Cooperativa CREA: Todo sobre su liquidación, causas, efectos y devolución de depósitos
1. ¿Qué era la Cooperativa CREA y a quién servía?
La Cooperativa de Ahorro y Crédito CREA Ltda. fue una de las entidades financieras del sector popular y solidario más conocidas en Ecuador. Con sede principal en Cuenca, extendió su presencia a nueve provincias, ofreciendo servicios de ahorro, crédito y productos financieros a más de 98 000 socios. Su alcance abarcaba zonas urbanas y rurales, con fuerte presencia en Azuay, Pichincha, Guayas y Loja, entre otras.
Durante décadas, la cooperativa Crea fue vista como un pilar de apoyo financiero para miles de familias, pequeños negocios y emprendedores. Su promesa era clara: brindar soluciones accesibles de ahorro y crédito bajo un modelo solidario. Sin embargo, detrás de esa imagen de fortaleza, empezaban a gestarse problemas graves que, con el tiempo, pondrían en riesgo la estabilidad de la institución.
Mi experiencia directa con este caso me permitió seguir de cerca la historia reciente de Cooperativa CREA. Sabía que la cooperativa había estado bajo un Programa de Supervisión Intensiva (PSI) desde marzo de 2023. Esto ya era una señal de que las autoridades veían vulnerabilidades en su gestión. A pesar de contar con tiempo y oportunidades para corregir el rumbo, las metas fijadas nunca se cumplieron del todo: apenas un 46 % de las estrategias fueron implementadas.
La imagen que muchos tenían de la Cooperativa CREA como una institución sólida comenzó a resquebrajarse, pero para buena parte de los socios, la noticia de su liquidación forzosa el 29 de julio de 2025 llegó como un golpe repentino. No hubo un aviso directo para todos; muchos se enteraron por redes sociales o noticias en portales nacionales, lo que incrementó la indignación y la sensación de incertidumbre.
Ese día, la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS), en coordinación con la Policía Nacional, cerró las oficinas y suspendió todos los servicios, incluidos cajeros automáticos y canales digitales. La página web fue dada de baja, dejando a miles de personas sin un canal oficial inmediato de información. Lo que parecía una institución estable había llegado a su fin.
2. Liquidación forzosa: ¿qué pasó el 29 de julio de 2025?
La mañana del martes 29 de julio de 2025 marcó un antes y un después para los socios de la Cooperativa CREA. Ese día, la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS) anunció públicamente que la entidad entraba en un proceso de liquidación forzosa, lo que significaba el cierre inmediato de todas sus operaciones y el inicio de un procedimiento legal y financiero complejo.
La medida se ejecutó de forma simultánea en todas las sucursales y agencias del país. Oficinas como la matriz en Cuenca amanecieron con la presencia de agentes policiales que custodiaban el ingreso, asegurando que no se realizaran transacciones ni retiros de manera irregular. Los cajeros automáticos fueron desconectados y las plataformas digitales, incluidas la banca en línea y la aplicación móvil, dejaron de funcionar. Incluso la página web oficial de La Cooperativa CREA fue dada de baja en cuestión de horas, eliminando cualquier acceso a información directa por parte de los socios.
Para los más de 98 000 socios repartidos en provincias como Azuay, Pichincha, Guayas y Loja, el impacto fue inmediato: no podían acceder a sus ahorros ni realizar operaciones financieras básicas. Las filas comenzaron a formarse en las afueras de algunas agencias, con personas buscando respuestas. Sin embargo, la comunicación oficial indicaba que todos los trámites y reclamos se canalizarían a través de la administración temporal liderada por Luis Miguel Cabrera, el liquidador designado por la SEPS.
Desde mi análisis de los hechos, uno de los puntos más sensibles de esta intervención fue la forma en que se notificó a los socios. No hubo un aviso previo masivo por canales internos de la cooperativa, lo que generó sorpresa y enojo entre muchos afectados. La noticia se difundió primero a través de medios de comunicación nacionales y redes sociales, alimentando rumores y versiones no oficiales que aumentaron la ansiedad.
Ese mismo día, la SEPS aclaró que la liquidación respondía a incumplimientos graves detectados durante un proceso de supervisión intensiva que llevaba más de dos años en curso. Además, se activó de inmediato el proceso ETAP (Transferencia de Activos y Pasivos), un mecanismo que busca inventariar todo lo que posee y debe la cooperativa, para posteriormente ofrecerlo a otras entidades financieras que puedan asumir la cartera de clientes.
La jornada del 29 de julio dejó claro que este no era un cierre temporal ni una simple reestructuración: se trataba del fin definitivo de la cooperativa tal como se conocía. Y aunque la Corporación del Seguro de Depósitos (COSEDE) garantizaba la cobertura de hasta USD 32 000 por socio, las dudas sobre el proceso, los plazos y el futuro de los depósitos mayores quedaron flotando en el ambiente.
3. Las causas detrás de la liquidación
El cierre forzoso de la Cooperativa CREA no fue un hecho repentino desde el punto de vista técnico. Detrás de la decisión de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS) había un historial de alertas, informes y cifras que evidenciaban que la entidad ya no cumplía con los parámetros mínimos para operar de forma segura.
Uno de los factores clave fue el incumplimiento del Programa de Supervisión Intensiva (PSI). Este mecanismo de control había sido activado en marzo de 2023, cuando la SEPS detectó debilidades graves en la gestión de la cooperativa. El PSI establecía 51 estrategias concretas que Cooperativa CREA debía ejecutar para corregir su rumbo, relacionadas con provisiones, gestión de riesgos, recuperación de cartera y fortalecimiento patrimonial. Sin embargo, al cierre del período de supervisión, en marzo de 2025, apenas el 46 % de esas estrategias había sido implementado.
Otro punto crítico fue la solvencia insuficiente. La normativa ecuatoriana exige que el patrimonio técnico de una cooperativa de ahorro y crédito mantenga un ratio mínimo de 9 %. CREA, al 29 de julio de 2025, presentaba un índice de apenas 3,36 %–3,39 %, lo que la colocaba muy por debajo del umbral legal. Esta diferencia indicaba que la cooperativa no tenía respaldo suficiente para absorber pérdidas y garantizar el dinero de los socios.
A esto se sumaba una morosidad preocupante. En mayo de 2025, la cartera vencida de la Cooperativa CREA representaba un 16,5 % del total, un nivel que superaba ampliamente lo aceptable en el sector. Para dimensionarlo, la entidad contaba con un patrimonio técnico de USD 6,5 millones frente a USD 196 millones en activos riesgosos, lo que mostraba un desbalance serio en su estructura financiera.
Desde mi seguimiento personal de este caso, pude confirmar que estos indicadores no eran nuevos. Algunos socios ya comentaban desde 2024 sobre retrasos en desembolsos, dificultades para retirar grandes montos y cambios abruptos en la administración. La rotación de gerentes —cuatro en un solo año tras la salida de Patricio Barzallo en 2024— agravó la inestabilidad interna.
La SEPS también citó fallas en la gestión de riesgos y debilidades en el control interno como detonantes de la intervención. En la práctica, esto significa que la cooperativa no contaba con mecanismos efectivos para prevenir pérdidas, detectar irregularidades a tiempo o protegerse de incumplimientos masivos en el pago de créditos.
En conjunto, estos elementos pintaban un panorama en el que seguir operando habría incrementado el riesgo de una quiebra desordenada, afectando más gravemente a los socios. Por eso, la liquidación forzosa se presentó como una medida para contener el daño y activar el seguro de depósitos a favor de la mayoría de los afectados.
4. El rol de la SEPS y el proceso ETAP
Cuando una cooperativa entra en liquidación forzosa en Ecuador, la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS) asume un rol central: administrar el cierre, proteger a los depositantes y garantizar que el proceso se realice de manera ordenada. En el caso de la Cooperativa CREA, esta responsabilidad recayó directamente en la figura de Luis Miguel Cabrera, designado como administrador temporal y liquidador el mismo 29 de julio de 2025.
Desde el momento de su designación, Cabrera tuvo que ejecutar las primeras medidas:
- Suspender todas las operaciones de la cooperativa.
- Cerrar oficinas y cajeros automáticos.
- Dar de baja la página web y canales digitales.
- Coordinar con la Policía Nacional la custodia de las sucursales y archivos.
Pero el punto más importante del proceso es el ETAP (Transferencia de Activos y Pasivos). Este mecanismo, que muchas veces pasa desapercibido para el público general, es la base legal que define qué sucede con el dinero y bienes de la entidad.
El ETAP consiste en elaborar un inventario completo de todo lo que posee la cooperativa (activos) y todo lo que debe (pasivos). Entre los activos se incluyen ahorros, pólizas, cartera de créditos, bienes inmuebles, inversiones y cualquier otro valor. Entre los pasivos están las obligaciones con los socios (depósitos, ahorros a plazo, cuentas corrientes) y con terceros acreedores.
Una vez levantado este inventario, la SEPS ofrece ese paquete de activos y pasivos a otras entidades financieras interesadas en asumirlos. Si una cooperativa o banco decide comprarlos o absorberlos, los socios de La Cooperativa CREA pasarán automáticamente a ser clientes de esa nueva entidad, manteniendo sus depósitos y posiblemente sus condiciones.
El plazo inicial para completar el ETAP es de 15 días. Esto no significa que en dos semanas se devuelvan los depósitos, sino que en ese tiempo se define si habrá o no una transferencia a otra entidad. En caso de que no exista un comprador interesado, se activa de inmediato el pago a los depositantes asegurados por medio de la Corporación del Seguro de Depósitos (COSEDE).
Desde mi perspectiva, uno de los elementos más valiosos de este proceso es que evita que cada socio tenga que iniciar acciones legales individuales para recuperar su dinero. El ETAP centraliza las operaciones y, aunque no elimina las demoras, garantiza un esquema claro de devolución y orden en la liquidación.
En paralelo, la SEPS también tiene la obligación de investigar las causas que llevaron a la insolvencia y, si corresponde, presentar denuncias ante la Fiscalía por mala administración, negligencia o incluso delitos financieros. En este caso, ya se anunció que se revisarán las actuaciones de exdirectivos, incluida la etapa final de la gestión de Patricio Barzallo, así como las decisiones del consejo administrativo de los últimos años.
5. Devolución de depósitos: plazos, cobertura y requisitos
Uno de los puntos que más preocupa a los socios de la Cooperativa CREA tras la liquidación forzosa es saber cuándo y cómo recuperarán su dinero. Aquí entra en juego la Corporación del Seguro de Depósitos (COSEDE), que garantiza la devolución de fondos hasta un límite específico, siempre que la entidad pertenezca al segmento 1 del sistema cooperativo, como es el caso de La Cooperativa CREA.
La cobertura de COSEDE es de hasta USD 32 000 por socio. Según datos oficiales, esta cifra cubre aproximadamente entre el 98 % y el 98,3 % de los depositantes, lo que significa que la gran mayoría de los afectados recibirán la totalidad de sus ahorros asegurados. Para quienes tengan depósitos superiores a ese monto, el excedente quedará sujeto al proceso de venta de activos de la cooperativa, lo que podría tardar varios años.
El cronograma estimado funciona de la siguiente manera:
- En unos 15 días desde el inicio del proceso, se publicará la lista oficial de beneficiarios y el calendario de pago.
- Entre los 20 y 45 días posteriores al anuncio, comenzará la devolución efectiva de los depósitos asegurados.
- Los pagos se realizarán en la agencia designada por COSEDE para cada socio, según la fecha indicada en el cronograma.
Para acceder a la devolución, los socios deberán presentar ciertos documentos dependiendo de su condición:
Personas naturales:
- Original y copia legible de la cédula de ciudadanía vigente.
- En el caso de extranjeros, original y copia del pasaporte vigente.
Personas jurídicas:
- Copia certificada del nombramiento vigente del representante legal inscrito en el Registro Mercantil.
- Copia legible del RUC con el nombre del representante legal actual.
- Original y copia de la cédula de ciudadanía del representante legal (o pasaporte vigente si es extranjero).
Herederos:
- Copia certificada de la posesión efectiva de los bienes del causante, con los nombres de todos los herederos.
- Original y copia de la cédula de ciudadanía del heredero que cobrará el depósito.
- Si hay más de un heredero, se requerirá una procuración común certificada.
Representantes legales de menores:
- Copia de la cédula o partida de nacimiento del menor.
- Original y copia de la cédula del representante legal.
- Si no es padre o madre, documento certificado que lo acredite como tutor.
En mi seguimiento del caso, confirmé que la SEPS y el COSEDE insistieron en que no es necesario contratar abogados o gestores para este trámite. Todo el proceso es gratuito y directo con las entidades oficiales, un punto crucial para evitar fraudes y cobros indebidos en un momento de alta vulnerabilidad para los socios.
Para los depósitos mayores a USD 32 000, el camino es más largo: el pago del excedente dependerá de la venta de activos de la cooperativa, un proceso que podría tomar hasta 5 años. Luego, esos fondos pasarán a un fideicomiso gestionado por la Conafips por dos años adicionales antes de su entrega final a los beneficiarios.
6. ¿Qué pasa con los depósitos mayores a USD 32 000?
Aunque el Seguro de Depósitos de COSEDE cubre hasta USD 32 000 por socio, existe un porcentaje reducido de depositantes cuyo saldo supera ese límite. Para ellos, el proceso de recuperación de su dinero es más largo y depende de factores que escapan al control inmediato de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS) y de la administración temporal.
En estos casos, el excedente se cubrirá únicamente con el producto de la venta de los activos de la cooperativa. Este procedimiento forma parte de la liquidación forzosa y está directamente ligado a la etapa de inventario y transferencia de bienes conocida como ETAP. Una vez finalizado el inventario y definida la estrategia de venta, se abrirán procesos para subastar o transferir propiedades, cartera de créditos, inversiones y otros activos.
El gran reto aquí es el tiempo. Según la normativa vigente y la experiencia de procesos similares, esta venta puede tardar hasta 5 años en completarse. Esto se debe a que algunos activos, como bienes inmuebles o créditos morosos, no se liquidan fácilmente. Además, los compradores potenciales suelen negociar precios bajos en situaciones de liquidación, lo que puede reducir el valor total recuperado.
Una vez vendidos los activos, el dinero obtenido se destinará al pago de obligaciones pendientes. El orden de prioridad establecido por la ley coloca primero a los depositantes, después a otros acreedores y finalmente, si sobra algo, a los aportantes de capital.
El excedente que le corresponda a cada socio con depósitos superiores a USD 32 000 se depositará en un fideicomiso administrado por la Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias (Conafips). Este fideicomiso tiene un plazo adicional de dos años para administrar y entregar esos fondos a los beneficiarios. En otras palabras, el socio podría tener que esperar hasta siete años desde la liquidación para recibir el total de su dinero.
En mi análisis del caso La Cooperativa CREA, este punto es crítico para la comunicación con los socios. Muchos no están al tanto de que este proceso es largo por naturaleza y que, aunque sus fondos están reconocidos, la disponibilidad depende de factores de mercado y de procedimientos legales. Por eso, la recomendación más repetida por la administración temporal es tener paciencia, evitar intermediarios que prometen acelerar pagos y seguir únicamente la información oficial publicada por SEPS y COSEDE.
7. Créditos vigentes con la Cooperativa CREA
La liquidación de la Cooperativa CREA no significa que las obligaciones de sus socios con créditos activos desaparezcan. Por el contrario, los préstamos que estaban vigentes antes del 29 de julio de 2025 deben seguir pagándose, pero ya no directamente a La Cooperativa CREA, sino a través de entidades financieras designadas por la SEPS.
En este caso, la administración temporal informó que los pagos deben realizarse en cualquiera de las siguientes instituciones:
- Cooperativa Jardín Azuayo
- Cooperativa JEP
- Banco de Guayaquil
- Banco Pichincha
Cada socio con crédito vigente recibió —o recibirá— una notificación oficial indicando dónde y cómo debe continuar con sus pagos. Esto es fundamental, porque no cumplir con las cuotas podría generar intereses por mora o incluso iniciar procesos legales de cobro, ya que el cierre de La Cooperativa CREA no extingue la deuda.
Desde mi seguimiento del caso, confirmé que este esquema de continuidad en el pago de créditos busca dos objetivos:
- Mantener el flujo de ingresos que, en el proceso de liquidación, ayuda a cubrir pasivos y respaldar la devolución de depósitos.
- Evitar que la cartera de créditos se deteriore, ya que mientras más morosa sea, menor será su valor en caso de venta a otras entidades.
Es importante que los socios verifiquen que sus pagos se están registrando correctamente en la entidad asignada y que soliciten comprobantes de cada transacción. Además, cualquier cambio de cuenta, canal de pago o calendario debe ser comunicado por escrito y a través de medios oficiales.
La SEPS ha reiterado que no habrá condonación automática de deudas y que cualquier negociación sobre plazos o refinanciamientos deberá realizarse con la entidad que recibió la cartera correspondiente. En otras palabras, si un préstamo de la Cooperativa CREA fue transferido al Banco de Guayaquil, será este banco el que establezca las condiciones y el seguimiento del crédito a partir de ese momento.
En la práctica, esto significa que la relación financiera del socio con la cooperativa se fragmenta: puede estar en proceso de cobrar su seguro de depósitos por un lado y, al mismo tiempo, cumplir con sus pagos en una entidad diferente.
8. Voces y posturas tras la liquidación
La liquidación forzosa de la Cooperativa CREA no solo dejó un vacío financiero para miles de socios, sino que también desató una ola de declaraciones, acusaciones y exigencias de transparencia.
Uno de los testimonios más sonados fue el del exgerente general Patricio Barzallo, quien lideró la cooperativa durante cerca de 26 años (1998–2024). Tras conocerse la decisión de la SEPS, Barzallo expresó públicamente su “profundo dolor” por ver derrumbarse lo que —según él— “con tanto sudor y alma construimos”. En sus declaraciones, calificó la intervención como una “persecución implacable” iniciada después de su salida y denunció la existencia de corrupción interna, señalando un contrato por USD 170 000 otorgado a un funcionario vinculado a la SEPS, del cual se habría adelantado USD 120 000.
También criticó la rotación de gerentes —cuatro en un año— y acusó al nuevo consejo de vigilancia de administrar la cooperativa “como si fuera una hacienda de barrio”. Mencionó además juicios laborales por acoso que, según él, afectaron la imagen y el funcionamiento de la Cooperativa CREA tras su gestión.
En el ámbito político, los asambleístas Adrián Castro (ADN) y Roque Ordóñez (RC) asumieron un papel activo, exigiendo una fiscalización exhaustiva del proceso que llevó a la liquidación. Castro solicitó a la SEPS que entregue todos los informes técnicos, auditorías e inspecciones realizadas desde 2022, así como un detalle del cronograma de advertencias y medidas adoptadas antes del cierre. Además, pidió el listado de miembros del consejo y gerencia de la Cooperativa CREA de los últimos cinco años, y que se determine si hay responsabilidades administrativas o penales.
Ordóñez, por su parte, cuestionó la falta de comunicación previa con los socios, señalando que más de 100 000 personas se quedaron sin acceso a sus ahorros de manera repentina. También solicitó conocer desde cuándo la SEPS tenía información de los problemas financieros de la Cooperativa CREA y qué acciones tomó antes de proceder con la liquidación.
Desde mi análisis, estas voces reflejan un choque de percepciones: por un lado, la versión oficial que respalda la liquidación como una medida técnica y necesaria; por otro, el reclamo político y social que exige transparencia, rendición de cuentas y una investigación a fondo para determinar si hubo negligencia o intereses ocultos.
En este contexto, el papel de la SEPS no solo es técnico, sino también comunicacional: debe manejar un proceso delicado donde la confianza pública está en juego, y donde cada declaración —oficial o no— influye en cómo los socios y la sociedad perciben el caso la Cooperativa CREA.
9. Consejos para los socios y afectados
En momentos de crisis financiera como la liquidación de la Cooperativa CREA, la información clara y las acciones correctas son esenciales para proteger los derechos y el dinero de los socios. La experiencia de este caso deja varias recomendaciones prácticas que pueden marcar la diferencia entre un proceso ordenado y un problema mayor.
1. Infórmese solo por canales oficiales
La Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS) y la Corporación del Seguro de Depósitos (COSEDE) son las únicas fuentes autorizadas para comunicar avances, cronogramas y requisitos del proceso. Evite confiar en rumores, cadenas de WhatsApp o publicaciones sin respaldo oficial, ya que pueden contener datos erróneos o manipulados.
2. No contrate intermediarios para el cobro del seguro de depósitos
El trámite ante COSEDE es gratuito y personal. No se requiere contratar abogados, gestores o asesores para recibir los fondos asegurados. Cualquier persona que ofrezca acelerar el pago a cambio de un porcentaje probablemente busque aprovecharse de la situación.
3. Prepare la documentación con antelación
Tener listos los documentos según el tipo de beneficiario (persona natural, jurídica, heredero o representante de menor) agiliza el trámite y evita contratiempos. Asegúrese de que todo esté vigente y que las copias sean legibles.
4. Cumpla con el pago de créditos vigentes
Si tiene préstamos activos con la Cooperativa CREA, continúe pagando puntualmente en las entidades designadas (Jardín Azuayo, JEP, Banco de Guayaquil o Banco Pichincha). Esto evitará que la deuda genere intereses adicionales o que su historial crediticio se vea afectado.
5. Desconfíe de ofertas de compra de certificados de ahorro
En algunos procesos de liquidación han aparecido supuestos inversionistas ofreciendo comprar certificados de ahorro con descuento, prometiendo pagar al contado. Estas operaciones no garantizan que recupere más rápido su dinero y pueden implicar pérdida patrimonial.
6. Mantenga copias de todos los comprobantes
Desde recibos de pago de créditos hasta notificaciones y documentos entregados a COSEDE, es clave conservar un respaldo completo. En un proceso que puede durar años para ciertos casos (depósitos mayores a USD 32 000), tener evidencia será su mejor defensa ante cualquier discrepancia.
7. Paciencia y seguimiento constante
Los procesos de liquidación son complejos y, aunque la mayoría de socios recibirá su dinero en semanas, otros tendrán que esperar años. Mantenerse informado y cumplir los pasos indicados es la mejor forma de asegurar que el reembolso llegue en su momento.
En mi seguimiento de la Cooperativa CREA, vi cómo la confusión inicial llevó a algunos socios a tomar decisiones apresuradas, como intentar retirar fondos por vías no oficiales o entregar poderes sin leer la letra pequeña. En este tipo de casos, actuar con calma y basarse en información verificada es la mejor estrategia para proteger sus recursos.
10. Lo que significa el caso CREA para el sistema cooperativo en Ecuador
La liquidación de la Cooperativa CREA no es solo un episodio aislado en la historia financiera del país, sino un caso que deja lecciones profundas para todo el sistema de economía popular y solidaria en Ecuador.
En primer lugar, demuestra que ninguna institución, por grande o histórica que sea, está exenta de cumplir estrictamente con los estándares de solvencia, gestión de riesgos y transparencia. La Cooperativa CREA operaba en nueve provincias, con casi 100 000 socios, y aun así no pudo superar los problemas estructurales que la llevaron a incumplir el Programa de Supervisión Intensiva (PSI) durante más de dos años. Esto pone en evidencia la necesidad de que las cooperativas tengan planes de contingencia reales y no solo en el papel.
En segundo lugar, el caso resalta la importancia de la comunicación con los socios. Uno de los puntos más criticados fue la falta de aviso previo antes de la liquidación. Aunque legalmente no siempre es posible anunciar una intervención con antelación —para evitar retiros masivos que agraven la crisis—, sí es fundamental que las autoridades y las cooperativas fortalezcan sus canales de comunicación para que la información oficial llegue rápido y de forma clara a todos los afectados.
También abre un debate sobre el rol de la supervisión y el seguimiento temprano. Si bien la SEPS actuó con base en indicadores claros de riesgo, el hecho de que muchos socios se enteraran de los problemas solo en la etapa final muestra que la educación financiera y la transparencia en los reportes trimestrales deberían ser obligatorias y más accesibles.
Desde mi análisis del caso la Cooperativa CREA, considero que esta situación es un llamado de atención para reforzar tres pilares en el sistema cooperativo ecuatoriano:
- Fortalecimiento patrimonial y reservas de liquidez, para enfrentar periodos de morosidad elevada.
- Capacitación en gestión de riesgos y gobierno corporativo para directivos y administradores.
- Auditorías externas periódicas con resultados públicos que permitan a los socios conocer el estado real de su institución.
Finalmente, este caso deja una enseñanza clave: la confianza es el capital más valioso de cualquier entidad financiera. Recuperarla, una vez perdida, toma años, y requiere no solo cumplir con la ley, sino también demostrar un compromiso genuino con la seguridad de los ahorros de la gente.
El desenlace de la Cooperativa CREA afectó a miles de familias y pequeños negocios, pero también abre la oportunidad de revisar y mejorar el marco regulatorio para que, en el futuro, procesos de intervención y liquidación sean más transparentes, rápidos y menos traumáticos para los socios.